lunes, 8 de abril de 2013

La Expedición Carlyle


La expedición Carlyle zarpó de Nueva York en 1919 bajo la dirección de Roger Carlyle, de 24 años de edad, millonario y playboy quien, inexplicablemente, se apartó de su habitual modo de vida para financiar y dirigir una expedición arqueológica a Egipto. Los principales miembros de la expedición eran Sir Aubrey Penhew, de 54 años, notable egiptólogo, rico y miembro de la nobleza; Hypatia Masters, de 27 años, una bella muchacha perteneciente a la clase alta, además de ser una reconocida lingüista y fotógrafa; Jack “Brass” Brady, de 36 años, mercenario, experto en armas, confidente y guardaespaldas de Carlyle; y por último el doctor Robert Huston, de 52 años, psicoanalista de moda e intérprete de sueños.


La expedición abandonó Nueva York en dirección a Londres (donde ya se encontraba Penhew) y desde allí, al cabo de unas semanas, emprendieron el camino hacia El Cairo. Utilizando esta ciudad como base, la expedición realizó una serie de excavaciones en el desierto, rumoreándose que consiguieron un importante hallazgo, pero negándose los miembros de la expedición a hacer declaraciones a la prensa. A continuación partieron hacia Mombasa, en Kenia, dirigiéndose después hacia Nairobi, en el interior.




En Nairobi, a principios de Agosto, la expedición contrató a 20 porteadores nativos, internándose en las regiones menos habitadas. Al principio fueron vistos a menudo; las últimas cartas de ellos llegaron a principios de Septiembre y después desaparecieron. En Marzo de 1920, un nativo de la etnia Kikuyu informó a las autoridades de Nairobi de que un grupo de hombres blancos se dirigía hacia la Montaña del Viento Negro, nombre local de uno de los picos más altos de Kenia. Más tarde circularon rumores de que la expedición había sido destruida por fuerzas inhumanas.


Al cabo de diez semanas de esfuerzos, una expedición de rescate financiada por Erica, la hermana de Roger, encontró los restos de la expedición. Los cadáveres de los porteadores estaban extraordinariamente bien conservados si bien parecían haber sido despedazados por animales, aunque el informe del forense no mencionaba huellas de dientes en los huesos. Los porteadores habían sido horriblemente masacrados y despedazados y el campamento destruido por completo, a lo que colaboraron las lluvias y el crecimiento de la maleza en los meses que siguieron al desastre. No se encontró rastro alguno de los blancos que dirigían la expedición, hecho que quedó confirmado al no encontrarse ningún cadáver con arreglos dentales. A pesar de algún informe que apuntaba a lo contrario, los cuerpos se hallaban esparcidos en campo abierto y no se había hecho esfuerzo alguno para ocultarlos.


El crimen se atribuyó a los nativos de la tribu Nandi aunque algunas fuentes mencionaron que podría ser obra de una secta pagana (la Lengua Sangrienta), que tiene bastantes seguidores en la zona, pero las autoridades no dieron crédito a esa versión en el juicio posterior. Algunos Nandi fueron ahorcados, los miembros de la expedición desaparecidos fueron declarados muertos y el incidente fue olvidado, como cualquier crimen.”



Los investigadores tras ciertas pesquisas e indagaciones han obtenido algo de información sobre algunos miembros de la expedición Carlyle, la cual se detalla a continuación:

ROGER VANE WORTHINGTON CARLYLE: carece de antecedentes policiales y no consta que realizara el Servicio Militar. Siempre rico, siempre ignorado y descuidado por su padre, el joven Carlyle necesitaba afecto continuamente. Sus abogados consiguieron librarle de un juicio por paternidad a los 17 años. Cuando tenía 18 tuvo que someterse a un corto tratamiento de rehabilitación por alcoholismo, y de nuevo a los 20. Se graduó milagrosamente en Groton (N. del G.: un internado para gente “bien”) pero tuvo que marcharse honorable aunque inevitablemente de varias excelentes universidades (Harvard, Yale, Princeton, Miskatonic, Cornell y la Universidad de California en Sacramento) en tres años. Cuando sus padres murieron en un accidente de coche Carlyle pareció encontrarse a sí mismo y durante un año se ganó la admiración general de sus pares, servidores y parientes. Sin embargo, cuando su enérgica hermana (que no había descuidado sus estudios) demostró estar más capacitada para llevar los asuntos de la familia volvió a sus antiguos hábitos.
Su falta de carácter pareció confirmarse cuando Carlyle cayó bajo la influencia de la misteriosa mujer del África Oriental, una supuesta poetisa que utilizaba el pseudónimo Anastasia Bunay. Al poco tiempo empezaron a llegar rumores de orgías y excesos aún peores a oídos de la policía, la prensa y otros cuyo oficio es saber cosas. Al mismo tiempo, Carlyle empezó a extraer grandes sumas de dinero de los intereses familiares, lo que le acarreó no pocas disputas con su hermana y los asistentes de ésta. Sin embargo, en persona Carlyle continuó aparentando seriedad y decoro, convirtiéndose en una figura popular en el ambiente nocturno de Nueva York. El mes anterior a su partida para Egipto parecía haber encontrado nueva seriedad aunque los objetivos de la expedición eran inescrutables aún para aquéllos cuya obligación debería haber sido saberlos.
La familia Carlyle es enormemente rica desde la Guerra Civil. El primer Carlyle, que se llamaba en realidad Abner Vane Carel, fue deportado al nuevo mundo (concretamente a Virginia) en 1714 tras ser hallado culpable por las autoridades de su Derbyshire natal de 'conducta impropia y desesperada'. Era hijo ilegítimo y desacreditado de un noble de los Midlands de poca relevancia. Su hijo Efraím se trasladó a Nueva Inglaterra adoptando el apellido Carlyle por quedar más señorial, y fue quien cimentó la fortuna familiar invirtiendo en las industrias maderera y textil.”

SIR AUBREY PENHEW: servicio limitado en los Yorkshire Guards de 1901 a 1902; su único antecedente policial es haber sido cogido in fraganti cuando intentaba birlar un casco de policía en la Universidad (Oxford, 1898). Su vida pública es fácil de investigar con una ojeada al Quién es quién o al Burke's Peerage. Con la inevitable cuota de ovejas negras y bribones a lo largo de los siglos, los Penhew trazan sus nobles orígenes hasta Guillermo el Conquistador, cuando Sir Boris Penhew adquirió grandes propiedades en el Oeste de Inglaterra, la prosperidad y el prestigio de los Penhew han permanecido incólumes durante ocho siglos.
Sir Aubrey estudió Arqueología en la Universidad de Oxford, graduándose con matrícula de honor e invirtiendo los siguientes años en Egipto donde estuvo realizando exploraciones y excavaciones de prueba en las por aquel entonces poco conocidas zonas de río arriba, la Primera Catarata y aún más arriba. Como señala su biografía oficial, Sir Aubrey es el fundador de diversas ramas de la Egiptología, amén de haber realizado infinidad de importantes descubrimientos arqueológicos, particularmente en Dhashur. Casi tan importante como él, la Fundación Penhew, creada por Sir Aubrey, ha emprendido muchas e importantes investigaciones en Inglaterra y en el extranjero, y es la responsable de la educación de gran cantidad de jóvenes prometedores pero carentes de recursos.
Sir Aubrey tiene cierta cantidad de residencias conocidas, incluyendo mansiones en Londres, los Cotswolds (N. del G.: región del suroeste de Inglaterra), Mónaco y Alejandría, además de pisos en París, Roma y Atenas. Es tremendamente rico y según parece aumentó su fortuna a través de compañías americanas participadas por él durante la Gran Guerra.
Aunque es una figura pública, la vida privada de Sir Aubrey es casi totalmente desconocida. Es soltero y no tiene familia o herederos aparte de la Fundación Penhew. Sus compañeros egiptólogos le tienen en gran estima.”

EL DOCTOR ROBERT ELLINGTON HUSTON: carece de antecedentes policiales, no hizo el servicio militar. El menor de tres hermanos, hijo de un médico de Chicago. Robert se graduó con honores en Johns Hopkins (N. del G.: famosa escuela de medicina de los EEUU), al cabo de tres años se libró de su consulta de enfermedades circulatorias así como de su mujer, yendo a Viena a estudiar primero con Freud y luego con Jung. Huston fue uno de los primeros americanos en acometer tan esotéricos y controvertidos estudios que aparentemente tenían mucho que ver con comportamientos sexuales que ninguna persona normal podía adoptar. Su pasado al parecer salaz y peligroso, así como sus elegantes costumbres y su agudo ingenio le granjearon una enorme popularidad a su vuelta a Nueva York, donde estableció una consulta de psicoanálisis.
Huston consiguió en seguida fama y popularidad, especialmente por lo elevado de sus facturas que estaban entre los 50 y los 60 $ por visita.

HYPATIA MASTERS: no tiene antecedentes policiales. Heredera de la familia Masters, propietaria de una gran fortuna en industrias de armamentos, la historia de la cual fue ampliamente publicitada en el libro Amos de la corrupción, por Nikolai Steinburg. El abuelo de la señorita Masters, Aldington, conservó y aumentó la fortuna dejando la mayoría de las decisiones a una serie de Directores Generales que, por lo general, marcaron líneas de actuación inteligentes y provechosas a largo plazo. George, el padre, también adoptó tan relajado ritmo de vida invirtiendo la mayor parte de su tiempo en malcriar a su hija. Hypatia fue a academias suizas y francesas, mostrando facilidad para los idiomas, y siendo su mayor interés la fotografía. Algunas de sus colecciones recibieron excelentes críticas y reunieron públicos multitudinarios. Se sabe que la señorita Masters había salido con Roger Carlyle varias veces, pero la relación parece haber sido siempre tan solo amistosa. Aparentemente había pocas razones para su presencia en la expedición.”

 “JACK 'BRASS' BRADY: posee un amplio y dilatado historial policiaco en el que figuran peleas de bar, hurtos de poca monta y una acusación de asesinato de la que fue absuelto. Como sargento de la Infantería de Marina estuvo en China y más tarde en Francia durante la Gran Guerra, haciéndose merecedor de una Estrella de Bronce y varias citaciones en el orden del día. Se rumorea que hizo de mercenario en Turquía y que habla el Turco y el Árabe, así como diversos dialectos chinos. La acusación de asesinato se basa en una pelea en un campo petrolífero en la que, al parecer, Brady cogió fuertemente a su contrincante por el cuello, ahogándole antes de que los presentes pudieran apartarles. El incidente llamó la atención de Roger Carlyle, quien por aquellas fechas se acababa de matricular en la Universidad de California. Tras una conversación de más de una hora, se forjó entre los dos una fuerte alianza, extraña para cualquiera que conociera a Carlyle puesto que el joven nunca había tenido amigos. Carlyle organizó la defensa con los mejores abogados del país quienes procedieron metódicamente a demoler el aparentemente fácil alegato de la acusación y a eclipsar el testimonio de diversos testigos oculares con lo cual el veredicto final fue absolutorio por la concurrencia de algunos motivos técnicos. Desde entonces, Carlyle y Brady raramente se separaron actuando éste unas veces como guardaespaldas y otras como portavoz de aquél. En la expedición Brady actuaba de capataz y encargado general, realizando la tarea sorprendentemente bien."




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