viernes, 12 de abril de 2013

Diario de los últimos dias de Jaared Taylor (Parte I)






A primera hora teníamos una cita con Jonas Kensington, el editor de Elías. Nos presentamos en su oficina Max y yo. Ya se había enterado de la noticia y parecía bastante afectado, al parecer eran bastante amigos. Le contamos nuestra conexión con Elías y nos contó lo que sabía. Al parecer Elías había estado recopilando información sobre una extraña secta como solía hacer, cuando se encontró con que los miembros de la famosa expedición Carlyle podían estar vivos. Estuvo siguiendo varias pistas hasta que encontró a alguien que había hablado con Jack Brady el amigo de Roger Carlyle que hacía de Factotum. Le estuvo mandando varias cartas con la información que iba descubriendo (nos dejó estas notas) y recibió una llamada el 16/12/1924 donde le dijo que había estado en China, África y Londres, y que había escuchado algo sobre una conspiración de carácter mundial, que se acababa el tiempo. Nos contó que en esa llamada se le notaba muy nervioso y un poco fuera de sí, fue la última vez que habló con él. Le agradecimos su ayuda y nos dijo que lo llamáramos si necesitábamos ayuda, quería ayudar a esclarecer la muerte de su amigo.
Justo cuando nos marchábamos aparición un detective de la policía de New York, el detective Martin. Salimos lo más rápido que pudimos de allí sin despertar sospechas y nos dirigimos al bufete.

Esta reunión fue de lo más sorprendente. Estábamos Max y yo, Max Cady, Kurt Russell, Cinthya Connors y Donnie Brasco. Max Cady parecía bastante afectado por los sucesos del día anterior pero la señorita Connors volvía a encontrarse serena. Lo primero fue una explicación. Nos contó que creían que Elías había descubierto algo muy peligroso y fuera de lo normal. Llegados a este punto Donnie y Cinthya se miraron un momento y él asintió. "Lo que les voy a contar puede que les parezca increíble, más les puedo asegurar que es del todo cierto". Cogió un dossier que tenía en la mesa y nos lo pasó mientras hablaba. "Este informe contiene la investigación del último caso "especial" en el que participamos la señorita Connors y yo. Nos avisaron de que se estaban produciendo asesinatos un tanto extraños, y resultó que había dos niños zombis comiéndose a la gente del vecindario". Tras escuchar eso todos dimos un respingo pero Cady y Russell pusieron una cara de asombro casi cómica, seguida de una expresión de incredulidad que yo bien conocía de nuestra última "aventura". "Sé que es difícil de creer" siguió Cinthya, "pero les juro que era verdad". Pasando las páginas del dossier encontré una foto de un niño, lo que a primera vista parecía un niño. Mirando con más detenimiento la verdad es que parecía un zombi, ya que se estaba comiendo un cuerpo humano y tenía la piel como podrida y en algunos puntos se le veían los huesos. Dejó que pasaran unos minutos para que todos le echáramos un vistazo a los papeles. A pesar de haber vivido en mis propias carnes una experiencia similar ver aquellas fotos y leer un expediente de monstruos, horrores, asesinatos... en la ciudad de Arkham, en un lugar civilizado y lleno de gente....me aterrorizó.
"No todo en este mundo es como creen que es" prosiguió Cinthya, "hay horrores mas allá de lo imaginable acechando tras los muros de la realidad, el señor Power y el señor Taylor pueden corroborar mis palabras, ¿no es así?". Nunca pensé que contaría nada de lo ocurrido en Coppertown pero tras las revelaciones de Cinthya..."Pues la verdad es que sí, nosotros tuvimos un encontronazo con unos gusanos asesinos gigantes con tentáculos que controlaban mentalmente a unos mineros y tenían tratos con los dueños de la mina". Esto pareció demasiado para el escéptico señor Russell, bufó y nos miró como si estuviéramos chalados (quizás lo estuviéramos). Pero la seguridad de Cinthya era tal mientras hablaba que pareció convencerlo, sino que hubiera monstruos bajo la alfombra por lo menos que podía haber cosas que no comprendiera. Por su parte Cady estaba más pálido si cabe que cuando llegó.
Donnie nos contó lo de los niños zombis y nosotros le relatamos como huimos de los muchas cuerdas. Tras esto el ambiente, a pesar de la atmosfera de congoja, pareció volverse....como lo diría, de camaradería. Como ya sabíamos que podía ser que no nos enfrentáramos a cosa "normales" pedimos que nuestros honorarios fueran acorde al peligro. Conseguimos llegar a un acuerdo tras lo cual Cinthya nos comunicó que había hablado con Jonas Kesinton y este quería darnos más información. Había quedado con él en un restaurante del centro donde comeríamos mientras nos enseñaba lo que se había callado esta mañana.

En el restaurante Jonas reconoció que no nos había dado el resto de la información porque no estaba seguro de lo que haríamos con ella. Había unas notas que eran preocupantes y que podrían echar por tierra la reputación de Elías. Cuando las leí entendí las reticencias de Jonas. Elías se notaba mas desquiciado con el paso del tiempo llegando al punto de parecer totalmente fuera de sí en la última carta que envió a Jonas. En estas notas decía que todos los miembros de la expedición estaban vivos, que estaban intentando despertar algo y que tenía que conseguir los informes del médico de Roger Carlyle y los libros que estaban en su caja fuerte. Todo esto salteado con incoherencias y desvaríos. Jonas se mostró muy dispuesto a ayudar a esclarecer todo este embrollo y Power aprovechó para pedirle una acreditación de la editorial a lo que este respondió sorprendido pues no entendía bien para que nos podía servir eso, aún así acepto.

Salimos de allí cuando comenzaba a oscurecer y decidimos investigar otra de las pistas que teníamos, la tarjeta de "Importaciones Emerson". Power se dirigió a la biblioteca para seguir buscando información sobre los integrantes de la expedición mientras Cady, Russell y yo nos metíamos en el intenso tráfico de la tarde neoyorkina. Cuando llegamos a nuestro destino ya era tarde por lo que todos los establecimientos estaban cerrados incluyendo el que íbamos a visitar. Ya que estábamos allí decidimos echar un vistazo. Parecía una empresa de importaciones típica y todas las puertas y ventanas estaban bien cerradas. Pensamos en la posibilidad de colarnos pero desistimos tras comprobar lo resistentes de los cerrojos y lo inaccesible del tejado. Volveríamos al día siguiente mejor preparados...
Volvimos al bufete y tras buscar un rato Cady consiguió encontrar la dirección de la finca de la familia Carlyle, donde podríamos encontrarnos con la hermana de Roger, Érica. Russell nos comentó que la policía había estado consultando a un experto en sectas, un tal Mordegai Leming o algo así. Aunque no había resultado de mucha ayuda para la policía decidimos visitarle al día siguiente. 

Debo aclarar que Kurt Russell ya no trabaja como policía. Desconozco las razones por las que lo han apartado del servicio pero después de su actuación con los asesinos de Elías lo condecoraron y seguidamente le dieron vacaciones indefinidas. Así que nuestro compañero ya no era agente de la ley aunque se comportara como tal.

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